Los astrónomos han observado grandes y altamente activas galaxias burley espirales en los primeros universos, y han descubierto importantes similitudes y diferencias con las galaxias modernas.
Esto mejora nuestra comprensión de cómo crecen y evolucionan las galaxias espirales, como nuestras propias galaxias de la Vía Láctea.
Un equipo dirigido por el investigador de proyectos de astrónomo nacional japonés y del proyecto de la Universidad de Nagoya, Shuo Huang, utilizó la masiva matriz de radio de la radio milímetro/sub-milímetro de Atacama (ALMA) para observar la gran galaxia espiral barrada conocida como J0107A, conocida como J0107A, que existía antes de las 11.1 Viriones.
Patrones únicos de galaxias espirales
Varias galaxias espirales, incluida la Vía Láctea, muestran barras rectas dentro del patrón espiral. Esta estructura de barra ayuda a dirigir el gas hacia el centro de la galaxia, donde se puede usar para formar nuevas estrellas.
Sin embargo, la razón por la cual se forman las barras en solo aproximadamente la mitad de las galaxias espirales y cómo afectan la evolución de la galaxia es una pregunta sin respuesta.
Ubicada en la constelación de Cetus, J0107A es una galaxia de «monstruos» que crece rápidamente en el universo temprano al formar muchas estrellas nuevas.
Debido a que están lejos, era difícil ver la estructura detallada de la galaxia monstruosa y decidir qué estaba impulsando esta formación de estrellas activas.
Recientemente, la resolución mejorada proporcionada por James Webb Space Telescope ha revelado espirales e incluso barras en varias galaxias monstruosas.
J0107A es la galaxia espiral más temprana y más grande conocida hasta la fecha, lo que lo convierte en el objetivo perfecto para estudiar la evolución de las galaxias espirales enterradas en los primeros universos.
Diferencias en comparación con las galaxias modernas
El equipo descubrió que en J0107A la distribución y el movimiento de gas dentro de las barras son similares a las de las galaxias modernas.
Sin embargo, en comparación con las galaxias modernas, la concentración de gas es varias veces mayor, y el flujo de gas es más rápido, alcanzando cientos de kilómetros por segundo en galaxias espirales.
Los astrónomos creen que este flujo masivo de gas al centro ayudará a promover una formación de estrellas adicional significativa y promover la evolución de esta galaxia monstruosa. Esta fue la primera vez que se observaron estas características y no fueron predichas por modelos teóricos o de simulación.
Huang comentó: «Esperamos información detallada sobre la distribución y el movimiento de los gases obtenidos a través de estas observaciones para proporcionar pistas importantes para explorar no solo el origen de la diversidad galáctica, sino también la formación y evolución de las galaxias espirales enterradas más normales».
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