Nina Granqvist, becaria de investigación de CNRS en la Universidad de Toulouse, y Anthophiberbe, de la Escuela de Negocios y AnthophibeBe de la Universidad Arthogh, explora cómo, a pesar de la creciente inversión mundial y la emoción, la adopción comercial de la informática cuántica sigue siendo limitada a medida que las empresas abordan la complejidad técnica, la incertidumbre del mercado y la falta de una aplicación clara a corto plazo.
La computación cuántica es ampliamente considerada como una de las tecnologías emergentes más prometedoras de nuestro tiempo. Este optimismo se ha reflejado en el aumento de la inversión pública y privada en el sector en los últimos años.
Muchos países y regiones proporcionan fondos significativos para acelerar la investigación y la innovación. Por ejemplo, la Unión Europea invierte alrededor de $ 7.2 mil millones, Estados Unidos alrededor de $ 3.7 mil millones y hasta $ 25 mil millones en gastos gubernamentales en China (Global Quantum Intelligence, 2023). Además, el financiamiento de capital de riesgo de las nuevas empresas cuánticas promedió alrededor de $ 2 mil millones por año durante la década de 2020.
Pero a pesar de este impulso, la mayoría de los usuarios privados potenciales, especialmente aquellos que algún día pueden incorporar la computación cuántica en sus operaciones, son cautelosos. Su participación tiende a limitarse a pequeños experimentos y asociaciones, y a menudo se requiere esta precaución. Antes de que Quantum Computing pueda ofrecer promesas comerciales, todavía hay algunas preguntas científicas abiertas y obstáculos técnicos que superar.
Con el apoyo del Consejo de Investigación de Finlandia desde 2019, nuestro equipo de investigación está estudiando el panorama en evolución de la computación cuántica. A través de nuestro trabajo, hemos identificado varias barreras que actualmente están retrasando la adopción más amplia, desde la complejidad tecnológica hasta la incertidumbre del mercado.
¿Quién está investigando las posibilidades de las computadoras cuánticas?
Se dice que la computación cuántica está comprometida a resolver ciertos tipos de problemas que están fuera del alcance de las computadoras clásicas, incluidas, por ejemplo, simulaciones de reacciones químicas específicas. Algunas compañías, particularmente aquellas en la industria de la computación intensiva, han comenzado a invertir en la computación cuántica formando asociaciones con fabricantes de hardware o nuevas empresas de software cuántico. Estas colaboraciones generalmente están dirigidas a explorar formas en que la computación cuántica finalmente mejora las partes de la cadena de valor.
En algunos casos, las empresas apoyarán la investigación académica o lanzarán sus propios proyectos internos de I + D. Sin embargo, tal compromiso profundo es raro porque se requieren importantes compromisos financieros cuando el valor de esta tecnología aún es especulativo. Las aplicaciones probadas de la computación cuántica no se han realizado, y todavía no está claro cuándo emergerán o qué forma finalmente tomarán.
Algunos primeros usuarios pueden ser instituciones financieras que buscan el liderazgo de la tecnología de proyectos, donde la computación cuántica puede desafiar y transformar las capacidades, y las empresas en los sectores farmacéuticos y químicos donde los expertos tienden a estar familiarizados con las líneas de base de la ciencia cuántica.
¿Por qué tantos otros se están frenando?
Al mismo tiempo, muchas compañías no han comenzado a explorar la computación cuántica a pesar de ser vistos por sus defensores como futuros usuarios. Para estas organizaciones, el paisaje no solo es desconocido, sino también profundamente confundido.
Parte del desafío es la ambigüedad del término «computación cuántica» en sí. Se utiliza para describir una variedad de tecnologías con una variedad de funciones y niveles de maduración, desde computadoras cuánticas de propósito general hasta recocidos cuánticos. Algunos informes afirman que ya han ocurrido avances, como «ventaja cuántica» y «ventaja cuántica», mientras que otros dicen que la aplicación real aún está a décadas de distancia. Como resultado, hay una mezcla de bombo e incertidumbre, por lo que muchos usuarios potenciales no saben dónde o si colocar una apuesta.
Además de esta confusión, la complejidad técnica del hardware. Las computadoras cuánticas se pueden construir utilizando sistemas físicos muy diferentes, como circuitos superconductores, iones de trampa o fotones. Cada enfoque se extrae de su propia tradición científica, y está lejos de ser fácil de entender y compararlos.
Para navegar este complejo terreno, las empresas probablemente necesitarán contratar a un experto cuántico interno. Sin embargo, dicho talento se está volviendo cada vez más escaso y costoso, impulsado por una intensa demanda y una oferta limitada. Justificar esta adopción puede ser difícil incluso si las aplicaciones comerciales aún no existen, y el futuro de la tecnología sigue siendo extremadamente incierto.
¿Qué industrias lideran la adopción?
Esta es una de las preguntas más frecuentes y una de las preguntas más difíciles de responder definitivamente. De hecho, hay varias paradojas que complican las predicciones.
Por un lado, las industrias que ya lideran la computación de alto rendimiento, como los productos farmacéuticos y los aeroespaciales, parecen obvios de los primeros usuarios. Las empresas en estas industrias tienen necesidades computacionales bien definidas y recursos de inversión. Sin embargo, en estos sectores, las computadoras cuánticas enfrentan una dura competencia de décadas de sistemas de computación clásicos optimizados. Debido a las necesidades bien definidas, el objetivo está claro pero muy lejos.
Mientras tanto, los sectores que están menos familiarizados con el uso de la computación de alto rendimiento, como la logística, la construcción y la fabricación, podrían beneficiarse más rápidamente de las mejoras cuánticas. Sin embargo, estas industrias tienen poca definición de problemas para resolver, y la capacidad interna de explorar soluciones cuánticas puede ser limitada. Aquí, el objetivo es ambiguo, pero más cercano.
En resumen, las industrias con mayor probabilidad de adoptar la computación cuántica temprano pueden no tener los sistemas más avanzados de hoy, pero que pueden identificar casos de uso significativos y estar dispuestos a experimentar.
Sobre el autor
Nina Granqvist es profesora de administración de empresas en la Escuela de Negocios de la Universidad de Aalto en Finlandia. Su investigación se centra en cómo surgen y desarrollan nuevas industrias y mercados, incluida la forma en que la tecnología pasa de los márgenes a la corriente principal.
Anthophye Barbet es becario de investigación de CNRS en la Universidad de Toulouse, Francia. Ella estudia la dinámica social que operan en los mercados emergentes de alta tecnología. Fue ex investigadora postdoctoral en la Universidad de Aalto, donde aprendió sobre el surgimiento de la industria de la computación cuántica.
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