Richard Stead, director ejecutivo de Qures Group, habla sobre la historia centenaria de los sistemas de hipotiocianita y lactoperoxidasa y su potencial actual en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.
A finales de 2012, comencé un esfuerzo intencional para comprender cómo la naturaleza protege el punto de entrada más vulnerable del cuerpo. Estaba buscando una molécula antibacteriana natural cuyo nombre ni siquiera sabía que pudiera evitar que los patógenos entraran por los ojos y la boca.
Aunque estos lugares son húmedos, ricos en nutrientes y constantemente expuestos al medio ambiente, las enfermedades infecciosas son sorprendentemente raras. Algo debe estar trabajando allí con una capacidad comparable a la de la piel.
Lo que terminaron encontrando fue una molécula que nunca antes habían encontrado: hipotiocianita (OSCN⁻). Sorprendentemente, ya se describió hace un siglo. Aunque su biología y química habían sido cartografiadas décadas antes de que comenzara mi investigación, su relevancia, poder y potencial siguen sin reconocerse lo suficiente.
Este artículo proporciona una descripción histórica concisa del descubrimiento del hipotiocianita y el sistema lactoperoxidasa (LPS) y explica por qué este mecanismo de defensa natural es tan importante en una era de creciente resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Defensa de la naturaleza: una única molécula de amplio espectro
En medicina, los patógenos se clasifican en tres grupos principales: bacterias, virus y hongos. Cada uno requiere una clase diferente de fármacos y los pacientes infectados con múltiples patógenos a menudo requieren múltiples tratamientos. Pero la naturaleza tiene un enfoque más simple y sofisticado.
A través de la saliva, las lágrimas, las secreciones respiratorias y la leche, se produce una sola molécula, el hipotiocianita, exactamente cuando y donde se necesita. Proporciona protección antimicrobiana de amplio espectro sin dañar los tejidos del huésped.
Las soluciones naturales demuestran que la química cuidadosamente calibrada es tan poderosa como segura.
Comprender cómo se produce la hipotiocianita: el sistema lactoperoxidasa (LPS)
Una vez que se descubrió la hipotiocianita, el siguiente desafío fue comprender cómo se produce. La respuesta está en los sistemas enzimáticos naturales.
Lactoperoxidasa (LPO) + Tiocianato (SCN⁻) + Peróxido de hidrógeno (H₂O₂) → Hipotiocianato (OSCN⁻)
Este sistema opera continuamente en las secreciones que protegen las superficies mucosas. La reacción química es elegante y eficiente y se activa sólo cuando hay un patógeno presente.
También comenzamos a explorar si este sistema inherentemente altamente eficaz podría replicarse, estabilizarse y administrarse a los sitios de infección, particularmente aquellos causados por cepas resistentes a los antibióticos. Me preguntaba por qué un mecanismo natural tan poderoso no se había comercializado plenamente. Pudimos explicar esto estudiando la historia del sistema LPO.
Cronología histórica: de la “lactenina” a la hipotiocianita
En 1918, Bjerrum y Kirschner proporcionaron la primera descripción química de la hipotiocianita (la forma protonada de OSCN⁻). Ésta fue la caracterización más temprana conocida de esta molécula, aunque aún no se entendía su significado biológico.
Era antibacteriana de la leche.
En 1924, Hansen informó que la actividad bactericida de la leche era variable y que estaba asociada con «oxidasas y peroxidasas» y más tarde con la lactoperoxidasa. Entre los años 1930 y 1950, la peroxidasa de la leche fue purificada y reconocida como una enzima distinta. Esta enzima se encontró no sólo en la leche, sino también en la saliva, las lágrimas y las secreciones respiratorias.
Establecimiento del sistema lactoperoxidasa.
Los estudios clásicos de la década de 1960 demostraron que la combinación de LPO con SCN⁻ y H₂O₂ inhibía el crecimiento de bacterias, especialmente estreptococos. Aunque este sistema se describió como un mecanismo antimicrobiano, aún no se había identificado completamente el principio activo exacto.
Identificación del hipotiocianita como agente antimicrobiano activo.
A finales de la década de 1970, los estudios demostraron que OSCN⁻ era el principal producto de la oxidación del tiocianato mediada por LPO. En la década de 1980, OSCN⁻ se detectó directamente en la saliva humana. Los estudios han revelado que sus niveles aumentan con la estimulación y su acción antibacteriana se debe a la oxidación de los grupos sulfhidrilo microbianos. OSCN⁻ ha demostrado ser eficaz contra una amplia gama de patógenos. Durante este período, el sistema LPO-OSCN se aplicó en aplicaciones de conservación de lácteos, productos para el cuidado bucal y seguridad alimentaria.
Hipotiocianita en el tracto respiratorio y defensa sistémica del huésped.
Desde la década de 2000, los estudios han confirmado que las células epiteliales de las vías respiratorias expresan LPO y que OSCN⁻ contribuye a la defensa normal de las vías respiratorias. En afecciones como la fibrosis quística, la alteración del transporte de tiocianato reduce la producción de OSCN⁻, lo que ayuda a explicar las infecciones crónicas. Las revisiones realizadas entre la década de 2000 y la de 2020 establecieron que OSCN⁻ era un agente antimicrobiano y antiviral de amplio espectro derivado del huésped.
Relevancia moderna: una molécula de salud en la era de la resistencia a los antimicrobianos
Los sistemas LPS ya han sido reconocidos por autoridades mundiales. La OMS y la FAO recomiendan su uso en climas cálidos para mantener la leche fresca durante el transporte prolongado. La leche procesada con el sistema LPS llega a la planta procesadora manteniendo plenamente su sabor, calidad e inocuidad. Esto demuestra la notable propiedad de que OSCN⁻ puede proteger los fluidos biológicos sin dañarlos.
¿Por qué es importante ahora?
A medida que aumenta la RAM, los cirujanos retrasan o cancelan cada vez más las cirugías debido al riesgo de infección. La humanidad necesita sistemas antimicrobianos seguros y eficaces a los que los patógenos no puedan resistir fácilmente. La hipotiocianita, una molécula de defensa natural ya producida por el organismo, se adapta perfectamente a esta necesidad.
El papel del Grupo Cueless
Qures ha desarrollado una plataforma patentada para generar OSCN⁻ y moléculas relacionadas y entregarlas a lugares donde los patógenos causan problemas: humanos, animales, agricultura, agua e incluso aire.
Al replicar reacciones químicas naturales de manera estable y controlada, Qures permite aplicaciones específicas para reducir las cargas microbianas sin dañar los tejidos del huésped. El objetivo es hacer que el mundo pase de la actual era de resistencia a los antimicrobianos, en la que la resistencia de las enfermedades infecciosas al tratamiento está aumentando, a una era post-ABR®, en la que la química natural respalda una medicina segura y eficaz. Se invita a investigadores, médicos, socios industriales y autoridades sanitarias a unirse a esta misión.
conclusión
Durante más de un siglo, la literatura científica ha descubierto fragmentos de un sistema de defensa natural elegante, generalizado e inherentemente seguro. La hipotiocianita, producida por el sistema lactoperoxidasa, ha estado protegiendo a los mamíferos mucho antes de que existiera la medicina moderna.
Hoy en día, esta antigua molécula está adquiriendo nueva relevancia a medida que la resistencia a los antimicrobianos amenaza la salud mundial. Los avances en tecnología nos permiten generar OSCN⁻ de manera confiable, entregarlo de manera efectiva y aplicarlo dentro de un marco moderno de One-Health.
La ciencia es vieja.
El momento es nuevo.
Y la necesidad es urgente.
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