El sector automovilístico europeo ha sido durante mucho tiempo un pilar de la fortaleza industrial, que genera millones de puestos de trabajo y respalda la innovación en todo el continente.
Pero con la creciente competencia global y la rápida evolución de la tecnología, la Comisión Europea dice que es necesario un reajuste de políticas.
El Paquete Automotriz recientemente lanzado responde directamente a las demandas de los fabricantes de normas más claras, reducción de la carga administrativa y mayor flexibilidad, al tiempo que refuerza el compromiso de Europa con normas ambiciosas sobre emisiones de CO2.
El paquete pretende equilibrar los objetivos medioambientales con la resiliencia industrial, permitiendo a la UE mantener tanto la neutralidad climática como la independencia estratégica.
Stéphane Séjournet, vicepresidente ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial, explica:
“Estamos aprovechando todas las herramientas a nuestra disposición: simplificación, flexibilidad, prioridades europeas, apoyo específico e innovación.
“Juntas, estas medidas son nuestro compromiso para restaurar el liderazgo industrial de Europa y al mismo tiempo liderar la transición global sobre el cambio climático.
Mantener el impulso hacia la movilidad limpia
En el centro de esta iniciativa se encuentra un nuevo compromiso con el transporte limpio. La Comisión Europea ha mantenido fuertes señales del mercado a favor de los vehículos de cero emisiones (ZEV) al tiempo que reformula la forma en que los fabricantes de automóviles cumplen con los estándares de emisiones de CO2 en las diferentes categorías de vehículos.
El marco actualizado aborda tanto la demanda como la oferta. Por el lado de la oferta, se revisarán las normas sobre emisiones de CO2 para turismos, furgonetas y vehículos grandes.
Por el lado de la demanda, hemos introducido objetivos nacionales vinculantes para acelerar la introducción de vehículos corporativos de cero y bajas emisiones, un sector que se considera importante debido a su alto kilometraje anual y su rápida rotación en el mercado de segunda mano.
Mayor flexibilidad de las normas sobre emisiones de CO2
Uno de los cambios más importantes se refiere a cómo los fabricantes cumplirán sus objetivos de emisiones en los próximos años.
A partir de 2035, los fabricantes de automóviles deberán lograr una reducción del 90% en las emisiones del tubo de escape. El 10% restante puede compensarse con medidas aprobadas como el uso de acero con bajas emisiones de carbono producido en la UE y combustibles alternativos, incluidos los electrónicos y los biocombustibles.
Este enfoque aumenta aún más la neutralidad tecnológica. En lugar de exigir una solución única, a partir de 2035, sistemas de propulsión como híbridos enchufables, extensores de autonomía, híbridos suaves y motores de combustión interna avanzados podrán combinarse para coexistir con vehículos eléctricos de batería y de hidrógeno.
Los fabricantes obtendrán flexibilidad adicional hacia esa fecha límite. Los ‘supercréditos’ premian la producción de vehículos eléctricos pequeños y asequibles fabricados dentro de la UE y facilitan el acceso generalizado a la movilidad eléctrica para los consumidores.
De cara al objetivo de 2030, el mecanismo de «acumular y pedir prestado» permitirá a los fabricantes equilibrar su desempeño en materia de emisiones de 2030 a 2032.
Reconociendo los desafíos estructurales en el sector comercial, la Comisión Europea también ha reducido el objetivo de reducción de CO2 para furgonetas para 2030 del 50% al 40%.
Medidas de ayuda para vehículos grandes.
Los vehículos pesados desempeñan un papel importante en las cadenas de suministro industrial y logística de Europa. El paquete incluye enmiendas específicas a los estándares de emisiones de CO2 para camiones y autobuses, facilitando el cumplimiento de los objetivos para 2030 y manteniendo al mismo tiempo los objetivos de descarbonización a largo plazo.
La Comisión Europea sostiene que este ajuste pragmático ayudará a los fabricantes a ampliar las tecnologías más limpias sin interrumpir las operaciones de transporte ni inflar los costos.
Los vehículos corporativos como motor de demanda
Para estimular la demanda, el Paquete Automotriz introduce objetivos nacionales obligatorios para vehículos de bajas y cero emisiones en grandes flotas corporativas. El apoyo financiero público estará cada vez más vinculado a vehículos de bajas emisiones que sean «Made in the EU».
Se espera que la política acelere las reducciones de emisiones y al mismo tiempo mejore el acceso a vehículos de bajas emisiones en el mercado usado al priorizar vehículos corporativos más limpios.
Inversión en la potencia de baterías de Europa
La movilidad limpia depende de una cadena de suministro de baterías segura. Para reducir la dependencia de las potencias mundiales, la Comisión Europea ha anunciado una iniciativa de «refuerzo de batería» de 1.800 millones de euros.
De esta cantidad, 1.500 millones de euros se destinarán a préstamos sin intereses a los productores europeos de pilas de baterías. El programa también incluye medidas políticas coordinadas para fortalecer las cadenas de suministro ascendentes, fomentar la innovación y construir un ecosistema de baterías resiliente con base en la UE.
Eliminar la burocracia y apoyar la innovación
Otro elemento central del paquete, Automotive Omnibus, se centra en la simplicidad. Al reducir las cargas administrativas y simplificar los procedimientos de prueba de vehículos, la Comisión Europea estima que los fabricantes podrían ahorrar alrededor de 706 millones de euros al año.
Las medidas incluyen reducir las regulaciones secundarias, armonizar las reglas de etiquetado de emisiones de los vehículos y dar a las camionetas eléctricas un trato igual en las regulaciones sobre el tiempo de descanso de los conductores.
La nueva categoría de vehículos eléctricos pequeños y asequibles (de hasta 4,2 metros de longitud) también permitirá incentivos específicos a nivel local y nacional.
Reacción de la industria
El sector automovilístico de la UE acogió con satisfacción el paquete después de un largo proceso de búsqueda de apoyo de la UE para la industria.
Sigrid de Vries, directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), afirmó: «Estas propuestas reconocen correctamente la necesidad de una mayor flexibilidad y neutralidad tecnológica para que la transición verde tenga éxito. Se trata de un cambio significativo en comparación con la legislación actual».
«Pero el problema puede estar en los detalles. Ahora revisaremos el paquete y trabajaremos con nuestros colegisladores para fortalecer críticamente la propuesta si es necesario».
Un camino práctico a seguir
La Comisión Europea quiere trazar un camino realista hacia la neutralidad climática reestructurando los estándares de emisiones de CO2 y al mismo tiempo apoyando la fabricación europea.
El Paquete Automotriz demuestra continuidad en la ambición, pero con mayor flexibilidad, apoyo a la inversión y claridad regulatoria diseñada para mantener competitiva la industria automovilística europea en un mundo que cambia rápidamente.
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