Los científicos han descubierto una sorprendente alianza en la lucha contra las cepas específicas de Bacterias PFA.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han identificado una familia de microorganismos naturalmente presentes en el sistema digestivo humano que puede absorber y atrapar PFA, un «químico eterno» tóxico asociado con una variedad de condiciones de salud graves.
Estos hallazgos ofrecen una esperanza prometedora para reducir la acumulación de PFA en el cuerpo humano y pueden abrir la puerta a nuevos suplementos probióticos diseñados para mejorar la capacidad de las bacterias intestinales para neutralizar estas sustancias nocivas.
El Dr. Kiran Patil, Unidad de Toxicología MRC en la Universidad de Cambridge y autor principal del informe, «Consideramos que se está haciendo poco para eliminarlos de nuestros cuerpos dada la escala de los productos químicos eternos de la PFA, especialmente los efectos sobre la salud humana».
«Encontramos que ciertas especies de bacterias intestinales humanas tienen una capacidad muy alta para absorber el PFA del medio ambiente a diversas concentraciones y almacenarla en grupos dentro de las células.
«Las bacterias en sí mismas parecen estar protegidas de los efectos tóxicos porque la PFA está agregada en estas masas».
¿Qué es PFA y por qué son peligrosos?
Las PFA (sustancias de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo) son un grupo de más de 4.700 productos químicos artificiales ampliamente utilizados para resistencia al agua, el calor y el aceite.
Desde utensilios de cocina antiadherentes hasta ropa impermeable y envases de alimentos, PFA ha estado en el medio ambiente durante miles de años, lo que aumenta las preocupaciones de salud.
La exposición a la PFA se asocia con una variedad de problemas, incluidas las tasas de natalidad más bajas, el desarrollo retrasado en los niños, la reducción de las respuestas inmunes y el mayor riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Debido a la estructura química, algunos compuestos de PFA han permanecido en el cuerpo humano durante años, lo que los hace particularmente difíciles de eliminar.
Microorganismos en los intestinos luchando
En sus experimentos, los científicos introdujeron nueve cepas específicas de bacterias intestinales humanas en ratones, introduciendo efectivamente la microbiota intestinal que «humaniza» a los animales.
Cuando los ratones consumieron alimentos contaminados con PFA, estas bacterias absorbieron rápidamente los productos químicos y los expulsaron a través de heces.
Incluso con mayores niveles de PFA en ratones, los microorganismos continuaron operando de manera eficiente y penetraron entre el 25% y el 74% de la PFA a los pocos minutos de la exposición.
Los investigadores también descubrieron que las bacterias recolectan productos químicos en grupos dentro de las células, que parecen protegerse de la toxicidad de las PFA en el proceso.
Estos resultados son preliminares y aún no se han probado directamente en humanos, pero marcan el primer ejemplo conocido de bacterias intestinales que juegan un papel significativo en la desintoxicación de PFA.
El futuro de los probióticos de desintoxicación de PFAS
Inspirado en este descubrimiento, el equipo de investigación cofundó una startup llamada Cambiótica para desarrollar tratamientos probióticos específicos que ayuden al cuerpo humano a eliminar la PFA de manera más efectiva.
Con el apoyo de Cambridge Enterprise, la compañía está trabajando en formas de mejorar el rendimiento de estos microorganismos y crear poderosos suplementos dietéticos.
Hasta que dichos productos estén disponibles, los científicos aconsejarán pasos prácticos para reducir la exposición, como evitar panes recubiertos con PFAS y usar sistemas de filtración de agua de alta calidad.
Creciente preocupaciones y llamados a la acción
El Reino Unido lanzó una investigación parlamentaria sobre las regulaciones de PFA en abril de 2025, lo que refleja las crecientes preocupaciones sobre el impacto ambiental y la salud a largo plazo de estos productos químicos.
Algunos PFA se excretan rápidamente, pero muchas con estructuras moleculares más largas permanecen en el cuerpo durante décadas, lo que hace que estrategias de eliminación efectivas sean cada vez más importantes.
Este nuevo estudio sugiere que agregar herramientas importantes a las armas contra la PFA y fortalecer ciertas bacterias intestinales podría ayudar a reducir los riesgos a largo plazo planteados por estas toxinas persistentes.
Todavía hay mucho que explorar, pero los científicos son optimistas de que la microbiota intestinal puede ser la clave para eliminar los productos químicos eternos que amenazan nuestra salud.
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