Ellie Gabel explora cómo las arquitecturas vivas integran biomimética, diseño biofílico y materiales inteligentes para crear edificios adaptativos y de bajo impacto creados para la resiliencia y la sostenibilidad.
Los creadores de tendencias industriales, de construcción y energética están innovando soluciones sostenibles estándar más allá. La eficiencia energética y las configuraciones de baja desechos son esenciales para los edificios ecológicos, pero cuando se incorporan biomímicas y otras tecnologías avanzadas, son más resistentes y adaptables.
Esta estrategia converge el sistema biológico con el entorno en el que se construyó y crea una arquitectura viva. ¿Hasta dónde debe llegar un constructor para hacer realidad esta visión?
Definir arquitectura que vive más allá de la biomimética
La biomimética se inspira en organismos como la regulación del calor y la filtración de agua, y la transforma en aplicaciones de construcción prácticas.
Living Architecture es una tecnología estructural que utiliza diseño biológico de diseño, biomimética y tácticas de construcción ecológica. Al promover la circularidad, reduce el gasto de recursos a casi cero.
Fusionarlos crea estructuras de autocuración, conscientes de los recursos y flexibles. El objetivo es la resiliencia a los estresores del cambio climático, al tiempo que mejora las evaluaciones del ciclo de vida para una de las industrias de gases de efecto invernadero del planeta.
Las instituciones académicas globales están explorando las posibilidades. Los estudiantes de la Universidad de Cornell están investigando si los edificios pueden actuar como criaturas por múltiples razones. Su trabajo puede beneficiar a los campos de la construcción a la medicina.
Tecnología central que mueve los edificios vivos
Los edificios vivos tienen muchos de los mismos elementos que emiten menos estresores migratorios y climáticos.
Biología sintética: la tecnología utiliza organismos para aplicaciones como la eliminación de dióxido de carbono y la construcción de herramientas computacionales. Sensores e inteligencia artificial para entornos receptivos: pueden mejorar otras tecnologías de construcción viva para responder a estímulos basados en datos en tiempo real. Energía renovable: la energía de biomasa de los materiales orgánicos puede crecer constantemente y generar edificios infinitamente eléctricos. Materiales de ingeniería: estos incluyen aislamiento de bioconcreto y hifas, caracterizado por propiedades de autocuración y resiliencia ambiental. Diseño de alimentos físicos: el interior utiliza plantas para proporcionar una comodidad interior óptima, incluido el aire más limpio y un mejor control de temperatura.
Las soluciones imaginativas son esenciales, pero necesitan trabajar sin problemas con las tecnologías existentes, como los accesorios de iluminación y los sistemas de HVAC. Todo debe apoyarse mutuamente para extender la vida útil y ahorrar recursos.
Por ejemplo, decorar su hogar con plantas podría almacenar su sistema HVAC. Porque los sistemas HVAC no tienen que trabajar duro. Los costos de mantenimiento y las cargas son bajos, incluidas las fugas, lo que permite que el 20% del aire condicional abandone la estructura.
Proyectos y prototipos pioneros
Los innovadores ya han establecido precedentes para edificios vivos. Los proyectos arquitectónicos vivos de la Unión Europea son uno de los más notables.
Este es el muro de un biorreactor de la casa que puede recolectar luz solar, aguas residuales y aire. El muro luego transforma los recursos utilizados en el hogar. Cada pared contiene una celda de combustible microbiana, que utiliza las propiedades metabólicas de las materias primas en beneficio del edificio.
La NASA también está desarrollando myco-arquitecture a partir de hongos, lo que permite construir la base del hogar en otros planetas al final.
La agencia cree que algún día pueden hacer crecer sus hogares con este material altamente renovable, biodegradable, aislante y retrasado por el fuego. La visión es el siguiente paso natural de los elementos biológicos.
Las algas urbanas también son una sustancia poderosa. Algunas ubicaciones urbanas de próxima generación los usan en paneles de ventanas para desarrollar energía de biomasa. Otros los usan en fachadas y superficies violivas para aislar más carbono y calor controlado.
Los edificios verdes son una de las tendencias de construcción más prominentes de los últimos años. Estos ejemplos muestran cómo tomar riesgos tempranos puede beneficiar el liderazgo decisivo de la industria.
El éxito temprano es esencial para ganar impulso y ayudar al sector de la construcción a alcanzar cero emisiones para 2050.
Los beneficios de la sostenibilidad y la resiliencia
La arquitectura viva debe ser un nuevo estándar para la construcción. Su impacto ambiental se habla de sí mismo. El diseño utiliza la menor cantidad de materiales virgen posible, como el agua y la electricidad, para promover la circulación.
Sus altas capacidades de secuestro de carbono, junto con la prevalencia orgánica, aportan la huella de carbono más baja posible y la evaluación del ciclo de vida de la infraestructura.
Estos edificios también son resistentes a los estresores del cambio climático, como temperaturas extremas y mal tiempo. Los edificios urbanos vivos combaten el efecto de la isla de calor urbano y reducen los efectos negativos de la sequía.
También administra los controles de agua para evitar inundaciones en áreas con fuertes lluvias, filtrando agua mientras disminuye el flujo. El exceso de agua gotea en las reservas de agua subterránea, fomentando una mayor circulación.
El camino hacia la política, los estándares y la adopción general
Los desafíos de regulación y seguridad se oponen a la adopción generalizada. Las políticas de arquitectura viva son inconsistentes en todo el mundo.
Existe una brecha regulatoria ya que las agencias que cubren la seguridad contra incendios, los códigos de construcción e incluso la ciberseguridad deben solidificar sus expectativas antes de que la construcción de vida se convierta en un lugar común.
El diseño incluye una mezcla de objetos inflamables, propensos a podredumbre y hackables. Esta es una mezcla de naturaleza y tecnología. Los estándares deben ser holísticos para que tenga lugar la adopción convencional.
Varias agencias están tratando de establecer estándares de certificación. El Living Building Challenge es el más destacado dirigido por el International Living Future Institute. Sin embargo, no es necesario.
Los formuladores de políticas y las industrias relacionadas deben continuar su defensa para el desarrollo regulatorio. Esta iniciativa requiere innovación intersectorial de empresas en construcción, agricultura, biotecnología y planificación urbana.
Expandir el mundo en el que vive
Los bosques lejanos, los mares profundos y los picos de las montañas son solo lugares donde los seres vivos prosperan para apoyar los ecosistemas. En estas áreas, están prosperando sin toque humano y sin intervención.
El potencial transformador de la arquitectura viva es una de las perspectivas más prometedoras para el diseño sostenible. Las partes interesadas deben experimentar con estas ideas para probar la viabilidad a gran escala y alentar la estandarización de políticas a reducir significativamente el impacto negativo del entorno construido.
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