Con el apoyo de una coalición intersectorial de líderes de la industria, el nuevo e importante informe de Eit Food argumenta que el futuro de la carne y lácteos europeos no se trata de reducciones, sino de un cambio general.
La solución que proponen es el enfoque de «One Health» que combina el manejo ambiental, el bienestar animal y la prosperidad de los agricultores, creando un sistema en el que la sostenibilidad beneficia a todos.
Cruzos de ganado europeos
El sector europeo de carne de res y lácteos se encuentra en una encrucijada crítica.
Se enfrentan a una lucha triple de la necesidad urgente de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, crecientes demandas de los consumidores y reguladores para los estándares de bienestar animal más altos y la presión económica constante para mantener ganancias en los mercados globales volátiles.
La industria ganadera representa un asombroso 96% de las emisiones de GEI agrícolas, principalmente a través de la fermentación intestinal y la gestión de fertilizantes, y el sector está bajo una vigilancia estricta.
Sin embargo, este desafío también es una oportunidad única. La industria no comienza desde cero. Desde aditivos de alimentación que reducen el metano hasta los sistemas de datos agrícolas de precisión, las tecnologías innovadoras ya se han puesto en práctica.
El tema central es el reclutamiento y la coordinación. Encontrar soluciones confiables y escalables es importante ya que las políticas e incentivos de sostenibilidad no son claras y fluctuantes. Los agricultores a menudo se quedan con la peor parte de los costos de transición debido a la compensación limitada, colocándolos en una posición precaria.
Para avanzar, necesitamos cambiar fundamentalmente nuestra perspectiva. Esto significa ver la salud del planeta, los animales y la comunidad agrícola como estrechamente relacionada.
Lente «One Health»: un marco uniforme
El informe se basa en el principio de «One Health», un enfoque integrado respaldado por instituciones mundiales como la FAO y la OMS. Reconocemos que la salud humana, animal, vegetal y ecosistema está estrechamente relacionada e interdependiente.
En la práctica, para el sector ganado, esto significa que la sostenibilidad ambiental no puede mejorarse sin garantizar la resiliencia económica de los agricultores.
Sin animales sanos, no podemos comer alimentos saludables, y no podemos proteger el bienestar animal sin proporcionar a los agricultores las herramientas e incentivos para hacerlo.
Este enfoque requiere la integración de la salud del ganado, la sostenibilidad de la granja, las opciones de alimentos nutritivos para los consumidores y la resiliencia económica agrícola.
Para poner esta filosofía en acción, el grupo de trabajo adoptó un análisis detallado de la cadena de valor. Utilizaron una plataforma digital conjunta para mapear todo el proceso desde insumos agrícolas hasta estantes minoristas, identificando problemas específicos y oportunidades de intervención en cada etapa.
Este ejercicio reveló que los puntos de apalancamiento más importantes para crear un clúster de ganar-ganar son cerca de tres temas importantes.
Tres pilares para el cambio del sistema
El primer y quizás el pilar más importante es el valor del agricultor. El informe enfatiza que sin incentivos económicos claros y una carga de gestión reducida, la transición estará en un callejón sin salida.
La barrera principal es la carga administrativa de los informes necesarios para explotar el incentivo, que se impone directamente a los agricultores. Esto se ve exacerbado por la incertidumbre sobre las nuevas tecnologías y el mosaico de incentivos regionales que obstaculizan la escalabilidad.
Lo que se beneficia a ambos propuestos se centra en hacer que la sostenibilidad sea más simple y más rentable. Esto incluye ajustar modelos de incentivos para minimizar los procedimientos administrativos, utilizando la integración de datos automatizada para simplificar los informes y considerar sistemas basados en resultados como Fonterra de Nueva Zelanda, que recompensa a los agricultores a un precio más alto por la leche sostenida.
El mensaje central es que para promover la verdadera aceptación, las prácticas sostenibles deben demostrar que la productividad, la salud de los animales y los ingresos por la granja mejoran directamente.
El segundo pilar es la salud y el bienestar de los animales, reposicionándolo como una sabia inversión en el corazón de una salud, no como un costo.
La promoción de la salud animal a través de la prevención de enfermedades es crucial para la sostenibilidad a largo plazo y tiene un impacto directo en la salud humana y ambiental.
Las barreras incluyen tradicionalmente más énfasis en el tratamiento que la prevención, la escasez de trabajo y la dificultad de cuantificar los beneficios de sostenibilidad directa de los rebaños más saludables en las granjas individuales.
Pero la oportunidad es profunda. Los animales sanos son más productivos, requieren menos antibióticos y tienen menor resistencia a la emisión por unidad de leche y carne.
El informe aboga por un nuevo enfoque en la agricultura del ganado de precisión para monitorear simultáneamente la huella de salud y carbono, y estrategias genéticas para aumentar la resistencia y la resistencia de las enfermedades.
La prevención de enfermedades permite a los agricultores aumentar simultáneamente los ingresos, reducir la carga ambiental y mejorar el bienestar animal. Esto beneficia tanto a una salud típica.
El tercer pilar son los informes de datos. En entornos agrícolas modernos, los datos son una moneda de sostenibilidad, pero los datos deben manejarse correctamente.
Hoy en día, los agricultores enfrentan la carga de recopilar y enviar datos, junto con la falta de confianza en la protección de datos. También coloca un enfoque excesivo en las emisiones de carbono, socavando otros indicadores clave, como la biodiversidad, el agua y la salud del suelo.
La visión del futuro es que los datos funcionan para los agricultores, no al revés. Esto incluye el uso de AI y fuentes de datos externas para optimizar la recopilación, emplear una perspectiva más holística sobre el impacto ambiental y desarrollar herramientas para automatizar la recopilación de datos.
Los datos precisos y accesibles son la clave para desbloquear los otros dos pilares. Permite un sistema de incentivos justo y transparente para los agricultores y proporciona una base de prueba para los beneficios económicos y ambientales de mejorar la salud de los animales.
De la teoría a la acción: cuatro proyectos prioritarios
Identificar un tema es otra cosa. Tomar medidas es otra cosa. El EIT Food Working Group ha establecido cuatro proyectos conjuntos concretos más allá de la discusión y actualmente está formando un consorcio para promover la implementación.
El primero es la prueba de alimentación de animales para reducir los gases de efecto invernadero. Este proyecto se centra en los beneficios duales de los feeds.
La iniciativa tiene como objetivo reducir las emisiones de metano al tiempo que mejora la salud y la productividad del ganado mediante el estudio de recursos alternativos como sauces y algas, optimizando las especies de hierba y promoviendo mejoras genéticas en las tasas de conversión de alimentación.
El objetivo es crear guías de mejores prácticas integrales para los agricultores y crear diversas oportunidades de ingresos a través de una mayor eficiencia.
El segundo proyecto es una prueba del sistema de incentivos de agricultores. Reconociendo que los incentivos actuales a menudo son defectuosos, este proyecto mapeará, probará y refinará los nuevos modelos.
La compañía desarrollará una herramienta de gestión de riesgos financieros y, lo que es más importante, trabajará directamente para vincular las medidas de sostenibilidad directamente con la compensación económica, como los precios premium de los productos con sostenibilidad comprobada y valor nutricional. Los resultados se convierten en un modelo de incentivos probado y escalable que demuestra que la sostenibilidad puede apoyar los ingresos de los agricultores.
La tercera iniciativa es mejorar las habilidades de los agricultores en prácticas sostenibles. Para cerrar la brecha de conocimiento, el proyecto desarrollará programas de capacitación específicos sobre prácticas de regeneración y reducción de GEI.
Utilice el aprendizaje entre pares e integre un módulo de salud en la educación agrícola a través de micro acreditaciones. Su objetivo es proporcionar a los agricultores conocimiento que ve la sostenibilidad no como una carga, sino como un componente central de la resiliencia y productividad de los negocios.
El cuarto es el grupo de defensa de las mejores prácticas de salud. Reconociendo el entorno regulatorio complejo, el proyecto propone la creación de THIE Y DO TANK.
Este grupo de defensa desarrolla recomendaciones de políticas para simplificar el cumplimiento de los agricultores, fomentar prácticas sostenibles y sirve como un punto de referencia clave para el asesoramiento basado en evidencia, asegurando que las mejores prácticas se comuniquen de manera clara y efectiva desde el nivel de política a la entrada de la granja.
Pidiendo cooperación y hoja de ruta futura
El informe concluye con un mensaje claro de que la cooperación sostenida es inegotiable.
La transición a un sistema de ganado sostenible es compleja y requiere incentivos coordinados, herramientas prácticas y cooperación en la cadena de valor, desde productores de alimentos y agricultores hasta procesadores, minoristas y formuladores de políticas.
Las industrias ganaderas de carne de res y lácteos están en un punto de inflexión crítico en su viaje de sostenibilidad, ofreciendo la oportunidad de impulsar el cambio sistemático a través de soluciones integradas innovadoras.
En el corazón de esta transformación está la participación activa de los agricultores, y la participación y la aceptación de los agricultores son esenciales para garantizar un impacto duradero.
Las recomendaciones de informes proporcionan una hoja de ruta clara. Piden una mayor prevención de enfermedades a través de inversiones en atención veterinaria y detección temprana que pueden mejorar la salud de los animales, reducir el uso de antibióticos y reducir las emisiones.
Hacen hincapié en la necesidad de optimizar el manejo del alimento con estrategias que mejoran la digestión, reducen el metano y apoyan la salud de los animales.
Luego defienden la promoción de las mejores prácticas lideradas por la granja y argumentan que los enfoques regenerativos deben adaptarse a las circunstancias locales y construirse sobre el conocimiento y el liderazgo de los agricultores.
La construcción ya ha comenzado, pero las puertas permanecen abiertas. EIT Food y sus socios están pidiendo a más partes interesadas que participen en estos proyectos priorizados o que promuevan nuevas iniciativas.
La visión descrita en este informe no se trata del problema de que los productos europeos de carne y lácteos deben resolverse, sino de un futuro que se convertirá en un componente vibrante, sostenible y crucial de un sistema alimentario resistente, un sistema en el que la salud del planeta, los animales y los agricultores se reconoce como el mismo.
Source link
