Los científicos de la Universidad de Piacenza, Universidad Católica de Italia, han descubierto un grupo de bacterias que viven en el suelo que pueden descomponer los productos químicos PFA.
Este estudio ofrece una nueva estrategia prometedora para combatir la contaminación generalizada causada por estos «contaminantes eternos» asociados con graves riesgos ambientales y para la salud.
Las PFA (una persona y sustancias de polifluoroalquilo) son productos químicos sintéticos que se encuentran en artículos cotidianos, como utensilios de cocina antiadherentes, cosméticos, envases de alimentos y productos de limpieza.
Sus propiedades de durabilidad y reabastecimiento del agua los han convertido en un alimento básico para aplicaciones industriales desde la década de 1940, pero también han representado una amenaza duradera para los ecosistemas y la salud humana.
Descubrir soluciones en suelo contaminado
El estudio, dirigido por el profesor Edoardo Puglisi de la Facultad de Agricultura y Ciencias Ambientales de los Alimentos en la Universidad Católica, se centró en sitios contaminados con PFA en la región de Veneto, particularmente las provincias de Vicenza y Padua.
Estas áreas abordan la contaminación severa de PFA, con concentraciones de fuentes de agua superiores a 1,000 ng/L, posiblemente el resultado de décadas de descarga industrial.
En colaboración con la Universidad de Padua, el equipo aisló unas 20 cepas bacterianas únicas del suelo afectado.
Estos microorganismos demuestran una notable capacidad de usar productos químicos PFA como su única fuente de carbono, esencialmente contaminantes de «alimentación».
Cómo se identificaron las bacterias
Para identificar estos microorganismos prometedores, los científicos combinaron métodos de microbiología tradicionales con códigos de metabal avanzados. Esta es una técnica de secuenciación genética que revela la diversidad microbiana completa de muestras ambientales.
Las bacterias se cultivaron en condiciones de laboratorio donde los productos químicos de PFA eran la única fuente de energía disponible a través de un proceso objetivo conocido como «enriquecimiento».
La secuenciación genómica de bacterias aisladas reveló la clasificación dentro de géneros de biorremediación conocidos como Micrococcus, Rhodanobacter, Pseudocantomonas y Anorabacter.
Estas bacterias no solo son seguras en los entornos de laboratorio, sino que también son fáciles de crecer, lo que los convierte en candidatos adecuados para futuras aplicaciones ambientales.
Alta tasa de degradación
Pruebas clínicas que miden las tasas de falla de los productos químicos PFAS mostraron resultados prometedores. En algunos casos, estos microorganismos lograron tasas de degradación superiores al 30%. Este es un logro importante para una clase de compuestos considerados casi indestructibles.
La siguiente fase del estudio se centrará en probar bacterias en condiciones ambientales más realistas.
Estos experimentos tienen como objetivo evaluar la eficiencia de degradar diferentes tipos de PFA y explorar los mecanismos genéticos detrás de su capacidad.
Un futuro sostenible para reparar PFA
El descubrimiento de estas bacterias degradantes de PFA es un hito importante en la búsqueda de soluciones ecológicas para la contaminación química.
Con un mayor desarrollo, este estudio podría conducir a aplicaciones de biotecnología escalables, como las bacterias diseñadas y las estrategias de medición de la vida para desintoxicar los sistemas afectados del suelo y el agua.
A medida que los productos químicos de PFAS continúan planteando desafíos globales de salud ambiental y pública, este trabajo pionero proporciona una ligera luz de esperanza muy necesaria para esfuerzos correctivos sostenibles.
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