Se está lanzando un nuevo proyecto de investigación de £2 millones para descubrir la extensión total de PFAS en los ríos de todo el Reino Unido, comenzando por el Támesis, una de las vías fluviales más emblemáticas del Reino Unido.
El estudio nacional de cuatro años de duración, conocido como UNSaFE (Understanding the Scale, Sources, Fate and Impact of PFAS Contamination), tiene como objetivo comprender cómo se propagan estos «químicos eternos» tóxicos, cómo impactan negativamente a los ecosistemas y cómo se pueden reducir sus riesgos.
El trabajo está dirigido por científicos de la Universidad Brunel de Londres, el Imperial College de Londres, el King’s College de Londres y el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido, y está financiado por Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI).
A ellos se une la Agencia de Medio Ambiente y la organización benéfica ambiental Earthwatch, que ayudarán a atraer miles de voluntarios para monitorear ríos, arroyos y lagos en todo el país en busca de PFAS.
La amenaza oculta de la contaminación por PFAS
Las PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) son un amplio grupo de sustancias químicas artificiales que se utilizan en productos cotidianos como utensilios de cocina antiadherentes, chaquetas impermeables, envases de alimentos y espuma contra incendios.
Aunque estos materiales son conocidos por su durabilidad, su resistencia plantea un grave peligro para el medio ambiente.
Los PFAS, denominados sustancias químicas permanentes, no se descomponen de forma natural y pueden permanecer en el medio ambiente durante décadas. Estos se acumulan en los cuerpos de peces, animales y humanos y ascienden constantemente en la cadena alimentaria.
La exposición está asociada con daños al hígado y la tiroides, alteraciones del sistema inmunológico y posibles problemas reproductivos en humanos y animales salvajes.
En todo el mundo, los científicos estiman que puede haber más de 15.000 sustancias químicas PFAS diferentes, pero sólo se detecta y monitorea una pequeña cantidad (alrededor de 63).
En el Reino Unido, los estudios han demostrado que más del 90% del agua superficial aguas abajo de las plantas de tratamiento de aguas residuales excede los límites seguros para al menos un compuesto común de PFAS, el ácido perfluorooctanoico (PFOA).
Descubriendo la escala de PFAS en los ríos del Reino Unido
El proyecto UNSaFE proporciona la investigación más completa hasta la fecha sobre cómo las PFAS ingresan y se propagan en las vías fluviales del Reino Unido.
Los investigadores se centrarán inicialmente en la cuenca del río Támesis, recolectando y analizando agua, sedimentos y muestras biológicas para rastrear cómo estas sustancias químicas se mueven en el medio ambiente.
El equipo de la Universidad Brunel, dirigido por el Dr. Thomas Miller, se especializará en investigar cómo se acumulan las PFAS en los organismos acuáticos, desde pequeños invertebrados hasta peces, e identificar qué compuestos representan el mayor riesgo.
Este proyecto se centrará en los 24 compuestos PFAS prioritarios actualmente regulados por la Unión Europea.
La investigación también empleará tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial y la genómica para comprender cómo las PFAS afectan la biología de los organismos expuestos.
Los investigadores desarrollarán nuevos métodos experimentales para detectar PFAS en el agua y la vida silvestre, y establecerán umbrales de seguridad con base científica para guiar la política ambiental.
La ciencia ciudadana en el centro del descubrimiento
Para ampliar la recopilación de datos más allá del Támesis, Earthwatch movilizará a más de 3.000 voluntarios para probar la calidad del agua en ríos, arroyos y lagos locales en todo el Reino Unido.
Esta iniciativa de ciencia ciudadana arroja luz sobre el panorama nacional de la contaminación y ayuda a las comunidades locales a desempeñar un papel directo en la protección de nuestras vías fluviales.
Proteger los ríos, la vida silvestre y las personas
Los científicos esperan que el proyecto UNSaFE brinde a los responsables políticos la evidencia más clara para actuar con decisión contra la contaminación por PFAS.
Al comprender dónde y cómo se acumulan estos químicos y cómo afectan a los organismos vivos, esta investigación pretende allanar el camino para regulaciones ambientales más estrictas que protejan los ríos, la vida silvestre y, en última instancia, la salud humana.
Una vez que comienza la investigación, el mensaje es claro. Abordar las PFAS en nuestros ríos no se trata sólo de limpiar la contaminación, sino de proteger el elemento vital de los ecosistemas británicos para las generaciones venideras.
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