Europa está entrando en una era sin precedentes de desmantelamiento nuclear, a medida que los viejos reactores nucleares, las instalaciones de petróleo y gas y los primeros proyectos de energía renovable llegan al final de su vida útil.
Con más de 130 instalaciones nucleares programadas para su demolición y miles de millones en contratos ya en trámite, la región enfrenta un desafío de décadas para remodelar su panorama industrial y energético.
Desde las vastas instalaciones de Sellafield en el Reino Unido hasta reactores nucleares en Alemania y Francia, estos proyectos resaltan tanto la escala como la complejidad del desmantelamiento seguro de infraestructuras antiguas y, al mismo tiempo, satisfacen las demandas de una transición energética en rápida evolución.
El proyecto de desmantelamiento nuclear de la región tiene un valor de más de 120 mil millones de dólares y una parte importante de los contratos ya se ha firmado, según un nuevo informe del Consejo de la Industria Energética (EIC) y Decom Mission.
Estos proyectos destacan el desmantelamiento nuclear como el mayor mercado al final de su vida útil de Europa, por delante de otros sectores energéticos como el petróleo y el gas, el carbón y las energías renovables.
El desmantelamiento de petróleo y gas se expande por toda Europa continental
Si bien los activos nucleares dominan los planes a largo plazo, se espera que el desmantelamiento del petróleo y el gas impulse las cargas de trabajo a corto plazo.
En todo el continente, el gasto total en el desmantelamiento de la infraestructura de petróleo y gas se estima en 16.500 millones de dólares, y ya se han completado aproximadamente 7.000 millones de dólares en contratos.
Las operaciones de taponar y abandonar (P&A) (sellar permanentemente el pozo) representan aproximadamente la mitad de este gasto, seguidas por los equipos submarinos y la remoción de la superficie.
Sólo en el Mar del Norte del Reino Unido, se prevé que los costos de desmantelamiento rondarán los 34 mil millones de dólares para 2032.
Gran parte de esta actividad está estrechamente vinculada a la disponibilidad de embarcaciones y plataformas especialmente diseñadas, lo que destaca el papel fundamental de la logística de la cadena de suministro para garantizar la ejecución oportuna del proyecto.
La energía renovable entra en el ciclo de desmantelamiento
El desmantelamiento ya no se limita a los combustibles fósiles y la energía nuclear. Actualmente se está llevando a cabo la demolición inicial de parques eólicos terrestres y marinos en el norte de Europa, particularmente en Alemania, Dinamarca y el Reino Unido.
A medida que los parques eólicos de primera generación se acercan al final de su vida operativa, los puertos, los buques de carga pesada y las tripulaciones calificadas enfrentan demandas competitivas tanto de proyectos nuevos como desmantelados.
Esta nueva superposición muestra cómo la transición energética está comenzando a cruzarse con la retirada de activos tradicional, lo que genera preocupaciones sobre posibles cuellos de botella en los equipos, la fuerza laboral y las capacidades de gestión de residuos.
Los cierres de carbón y refinerías añaden complejidad
Más allá de la energía nuclear, petrolera y eólica, Europa también está viendo un aumento en el desmantelamiento de carbón y refinerías.
Los cierres de plantas se están acelerando en el sur y el este de Europa, incluidos Austria, la República Checa, Dinamarca y Polonia, y en el Reino Unido y Europa occidental, la demolición de refinerías implica un complejo desmantelamiento de unidades interconectadas y el manejo de contaminantes.
Estas tareas técnicamente exigentes diversificarán aún más la cartera de desmantelamiento del continente.
La planificación estratégica se vuelve esencial
El informe destaca la creciente complejidad de coordinar el desmantelamiento nuclear junto con otros proyectos al final de su vida útil en toda Europa.
El tiempo, las capacidades de la cadena de suministro y el acceso a equipos especializados y personal capacitado se están convirtiendo en factores cada vez más importantes en la planificación de proyectos.
Dado que múltiples sectores, como el nuclear, el petróleo y el gas, las energías renovables y el carbón, convergen en cronogramas de desmantelamiento al mismo tiempo, los operadores enfrentan desafíos logísticos y técnicos que pueden afectar los costos y los cronogramas.
Esta ola multimillonaria de desmantelamiento refleja cambios más amplios en el panorama energético de Europa, con el desmantelamiento de infraestructuras obsoletas mientras se instalan nuevos activos con bajas emisiones de carbono.
Por lo tanto, gestionar cuidadosamente el desmantelamiento nuclear, como cualquier otro desmantelamiento, no es sólo una cuestión de seguridad y cumplimiento, sino también un elemento clave para mantener la continuidad y eficiencia de todo el sistema energético en evolución del continente.
Source link
