Desde hace mucho tiempo se reconoce que los humedales son los sistemas naturales de filtración de la Tierra, que atrapan sedimentos y purifican el agua, convirtiendo los contaminantes en compuestos más seguros.
Ahora, una nueva investigación revela que estos ecosistemas críticos pueden ser la clave para combatir uno de los desafíos ambientales más profundos de la actualidad: la eliminación de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), a menudo denominadas «sustancias químicas eternas».
Soluciones naturales a los problemas modernos.
Los PFAS son compuestos sintéticos que se utilizan en todo, desde espuma contra incendios hasta utensilios de cocina antiadherentes.
Los fuertes enlaces de carbono y flúor lo hacen altamente resistente a la degradación, lo que lleva a una contaminación generalizada de las fuentes de agua y plantea problemas de salud para los seres humanos y la vida silvestre.
En busca de soluciones sostenibles, investigadores chinos han descubierto que la combinación de ciertas plantas y hongos de humedales podría mejorar significativamente la eliminación de PFAS de las aguas residuales.
Iris bandera amarilla y el poder de los hongos
Los científicos dirigidos por Bo Hu y Feng Zhao probaron qué tan bien el iris de bandera amarilla (Iris pseudacorus L.) podía eliminar las PFAS de aguas residuales simuladas en un experimento controlado en un invernadero.
Las plantas se cultivaron en un pequeño ambiente de humedal artificial con y sin un hongo de raíz beneficioso conocido como Rhizophagus irregularis.
Los resultados fueron sorprendentes. La exposición a las PFAS inhibe el crecimiento de las plantas y reduce la actividad antioxidante, pero los lirios se asociaron con hongos para mostrar una mejor salud y resistencia.
Aún más impresionante es que estas plantas asistidas por hongos extrajeron entre un 10 y un 13 % más de PFAS que las plantas cultivadas sin asistencia de hongos.
El equipo de investigación también descubrió que el sistema fúngico incorporaba más PFAS de cadena larga en los tejidos vegetales y aceleraba la descomposición de los PFAS en compuestos menos dañinos. Probablemente esto se deba al aumento de la actividad microbiana estimulada por el hongo.
agua naturalmente limpia
Cuando los investigadores probaron el agua que fluía de estos microhumedales, encontraron que los sistemas de hongos liberaban entre un 17 y un 28 por ciento menos de PFAS totales en comparación con los controles.
Esto indica que la adición de R. irregularis a los humedales artificiales puede mejorar significativamente su capacidad para tratar naturalmente el agua contaminada con PFAS y reducir la necesidad de costosas técnicas de filtración química o mecánica.
Hacia una tecnología escalable de limpieza de PFAS
La siguiente etapa de la investigación será ir más allá de los invernaderos y probar humedales a gran escala creados utilizando fuentes reales de aguas residuales.
Si estos sistemas funcionan de manera similar en condiciones naturales, podrían proporcionar una estrategia escalable y respetuosa con el medio ambiente para la eliminación de PFAS, convirtiendo sitios contaminados en hábitats prósperos que rehabiliten el medio ambiente.
Al aprovechar la relación simbiótica entre plantas y hongos, los científicos están descubriendo un plan basado en la naturaleza para abordar uno de los contaminantes más persistentes del mundo, convirtiendo a los humedales en poderosos aliados en la lucha global contra los químicos eternos.
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